El Síndrome del Impostor es un síntoma muy frecuente en personas que tienen un vínculo muy estrecho con su vida laboral, sobre todo en las mujeres.
De hecho, según varios estudios que abordan el tema afirman que 7 de cada 10 personas han sufrido este síndrome a lo largo de su vida.
¿En qué se basa el Síndrome del Impostor?
Está demostrado que generalmente, las mujeres somos mucho más exigente con nosotras mismas que los hombres en el ámbito laboral. Además, este problema se acentúa en mujeres que ocupan puestos de trabajo que tradicionalmente se han relacionado con los hombres, como las científicas o las empresarias. Nuestra forma de percibir el éxito es totalmente diferente al de la percepción masculina e incluso puede llegar a convertirse en nuestro peor enemigo.
Si alguna vez has dudado de ti misma como profesional o incluso crees que tus logros son fruto de la suerte, ¡Presta atención a esto! Puede que el Síndrome del Impostor te esté condicionando. ¿Quieres saber cómo afrontar estos pensamientos y poner solución a esto? ¡No te preocupes! Tan sólo tienes que seguir estos súper consejos y ser constante con ellos.
Consejos para combatir el Síndrome del Impostor
- Tómate tu tiempo y haz una lista de todos tus logros. No te quedes sólo en el éxito en sí, recuerda qué hiciste para lograr cada objetivo y cómo mejoró tu carrera profesional. ¡También puedes hacer una lista con tus puntos fuertes para potenciarlos!
- Tú eres responsable de tu éxito. ¡No es cuestión de suerte! Las oportunidades sólo llegan a aquellos que luchan por ellas.
- Disfruta de los elogios y méritos. No es cuestión de modestia, distingue cuáles son los más valiosos para ti y acéptalos.
- Suelta los pensamientos que te preocupan. A veces, solemos guardarnos todo para nosotros mismos y termina siendo una gran carga diariamente. ¡No tengas miedo a expresarlos! Mantén una conversación sobre esto con alguien con quien te sientas cómodo o simplemente escríbelo en un cuaderno. Verás como poco a poco, notarás una sensación de alivio y el problema será cada vez más pequeño
- Háblate a ti misma de forma empática y amable. No utilices un lenguaje intransigente y severo contigo misma, recuerda que eres humana como el resto de la gente que te rodea y necesitas valorarte para dar lo mejor de ti.
- Rodéate de personas positivas. Por lo general, las personas que son pesimistas nos suelen restar energía, al contrario que las personas positivas, que nos suelen cargar las pilas. ¡Presta atención a tu alrededor!
¿Te has sentido identificado con este post? ¿Pondrás estos tips en marcha? ¡Cuéntanos!